17 Abr Tabú
17 de Abril del 2015
Publicado por Grupo Reforma
La pregunta tiene que ser planteada: ¿cuántos “pilotos con padecimientos mentales” están manejando empresas? ¿Cuántos líderes bipolares, depresivos, narcisistas o incluso psicópatas andan liderando juntas de consejo, corporativos globales o desplegándose como emprendedores?
Nadie lo sabe, empezando por los líderes mismos. El concepto de salud mental está reprimido y subordinado por esta sociedad capitalista que vanagloria la salud y la vitalidad interminable. Pareciera que el padecimiento mental está encerrado en el clóset, avergonzado y viviendo en la sombra. Y esto es una tragedia.
A nadie escandaliza ya que alguien “salga del clóset” en cuanto a sus preferencias sexuales, o reconozca algún tipo de adicción o que alguien cambie del catolicismo al budismo; pero admitir una depresión o algún otro padecimiento sigue siendo tabú.
Y nada ayuda la noticia del piloto alemán con antecedentes de padecimientos mentales que estrella deliberadamente un avión de Germanwings sobre los Alpes franceses. Pregunté a varios psiquiatras su opinión y en unísono respondieron que es bastante inusual que una persona deprimida “se lleve de encuentro” a otros.
El Dr. David Ballard, director de la American Psychological Association’s Center for Organizational Excellence, declara que hay más de 350 millones de personas con depresión en el mundo (estadística difícil por el grado de sigilo con que se maneja) y afirma que no hay evidencia de que estas personas sean propensas a acciones homicidas, ya que sólo el 3% comete actos que se puedan considerar violentos.
Ballard también afirma que “habría que conocer el expediente completo para poder empezar a esbozar hipótesis sobre las verdaderas causas del estrellamiento del avión”.
Según la Organización Mundial de la Salud, existen 400 tipos de trastornos mentales, divididos en 5 grupos: trastornos afectivos (depresiones y distimias), trastornos de ansiedad (fobias, angustias, obsesivos-compulsivos, somatización, etc.), adicciones, trastornos psicóticos (esquizofrenia, bipolaridad) y trastornos relacionados a la tercera edad (demencias, trastornos del sueño, etc.). De este tamaño es el reto y de este tamaño debería de ser el esfuerzo por atender los padecimientos mentales.
El psique es la última frontera de nuestra especie. A pesar de los avances científicos, la mente sigue siendo el misterio relevante. El micro y el macrocosmos son fascinantes, pero somos primero personas. Es el psique es el que percibe, resuelve, aprende, desaprende, conceptualiza y acciona.
Cuando los líderes se “sienten mal”, se confunden. Sobreentrenados en lo lógico y lo racional, y subentrenados en lo emocional y lo psicológico, no saben responder a esa sensación. Somatizan, buscan explicaciones en variables exógenas o en personas que los rodean, y hacen lo que siempre han hecho: trabajar duro. Entonces la energía se embotella hasta que lo inevitable se manifiesta y prácticamente toma el control de la persona. Luego revienta y llega el colapso; la neurosis se convierte en disfuncionalidad.
Gran escándalo generó el chisme de que a Daniel Craig, el más reciente James Bond, se le encontró una receta de antidepresivos y Viagra. Fue un shock que este Macho Alfa sofisticado estuviese triste y con disfunción eréctil. La realidad es que el todopoderoso Bond sólo existe en el cine.
Se tiene que destapar la conversación sobre salud mental para que evolucione, mejore, se atienda y se cure. Somos humanos y nuestra condición más sobresaliente es que somos psicológicos.
horaciomarchand@marchandyasociados.com
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